Tuve la suerte de pasar unos días en el Cabo de Gata, concretamente en la Isleta del Moro.
Almería es una tierra maravillosa, tierra de luz y sombra, de azules infinitos, de montes ocres y verdes, de fuertes vientos ponientes y levantes, de calores que obligan a tomarse las cosas con calma y muchas cosas más.
Es una tierra a la que, por muchas razones, no me canso de volver.
Esconde numerosos rincones desconocidos para el turista que viaja con prisa y que merecen ser explorados con tranquilidad, y preferentemente en épocas distintas del verano (Sierra de Gádor, desierto de Tabernas, Karst en Yesos de Sorbas, barranco del rio Aguas, Sierra Alhamilla, Sierra de los Filabres, Sierra María-Los Vélez, estribaciones de Sierra Nevada, toda su costa y mil rincones más que cada uno debe descubrir por su cuenta).
En fin, añado algunas fotos tomadas durante estos días.
Primavera en la cala del Embarcadero (los Escullos):
Algunas fotos nocturnas:
La Isleta, Escullos y alrededores:
Puesta de sol en la playa de Mónsul. Al fondo el Cabo de Gata:
Recorriendo la Reserva Natural del Karst en Yesos de Sorbas:
Invernadero cerca de Ruescas:
lunes, 31 de marzo de 2008
SEMANA SANTA 2008 EN EL CABO DE GATA
Etiquetas:
Almería,
fotografía
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