He estado tres días por Pirineos, concretamente cada día por una zona distinta del Parque Nacional de Ordesa (cañón del Añisclo, garganta de Escuain y, también en Bujaruelo; lástima que Bujaruelo, Otal y el valle del Ara no pertenezcan al parque; quizás algún día se animen a quitar los cables de alta tensión que suben hasta el puerto de Bujaruelo).
Hacía mucho calor, me pegué unas cuantas palizas monte arriba y monte abajo, y monté la tienda cada día en un sitio distinto.
Fotográficamente no he conseguido grandes maravillas. Hay que ir con mucho más tiempo y con más tranquilidad, además con el calor a mí se me calienta la cabeza y las cosas siempre fallan por algún lado.
Me ha llamado la atención la cantidad de flores que todavía se pueden ver en esta época (el valle de Otal, en las zonas próximas al rio, era una maravillosa explosión de colores). Me ha comentado la gente de la zona que se debe a las lluvias tardías de este año.
Añado algunas fotitos, pero pienso volver próximamente con mucha más calma y tiempo.
El rey de los cielos del Pirineo: un quebrantahuesos visto desde abajo:
Una marmota desde lejos en el valle de Otal:
Algunas imágenes tomadas en la zona de Escuain:
Sector del Añisclo:
Desde la siguiente página su autor ofrece información relacionada con diversos recorridos que se pueden hacer por la zona de Ordesa y con otras cuestiones relacionadas con la zona (por ejemplo, el caso del pueblo de de Jánovas y otros de la zona a cuyos habitantes se obligó a abandonar sus hogares debido al proyecto de construcción de un pantano que no llegó a construirse nunca). Se trata de una página muy interesante: http://www.inazio.com/01d20894ad125cc0d/index.html
domingo, 20 de julio de 2008
Escapada a Pirineos (P.N. Ordesa)
lunes, 14 de julio de 2008
Por tierras de Burgos:campos del páramo y sabinares del Arlzanza
Un pajarito sobre una sabina:
Aquí la víbora:
Y aquí unas agradables florecitas:
A continuación he colocado algunas fotos de buitres. Escondido entre sabinas y arbustos conseguí acercarme bastante y disparar algunas fotos. No me quise acercar más para no asustarlos (están en época de cria) y me retiré rápidamente. Están hechas con el 70-200 mm y con el 100-400 de Canon, en ambos casos con el multiplicador 1.4:
Las fotos que vienen a continuación están tomadas en la zona del páramo cerealista.
En la primera aparece una mariposita posada sobre unas cebadas próximas a ser cosechadas:
En ésta se ve una collalba gris en el momento de iniciar el vuelo:
En esta última, he intentado captar el paisaje típico y previo a la cosecha. En este tipo de fotos siempre se suele dar más peso a la tierra o al cielo, dependiendo de lo que se quiera expresar.
En el momento que la hice, existía cierta preocupación porque la cosecha ha empezado este año con retraso y se ha tenido que interrumpir debido a lluvias inesperadas e inoportunas. Aquí, en esta zona, todo el mundo está deseando recoger el fruto del trabajo (y de la inversión) de todo un año, y cuanto antes mejor. La tierra la trabaja el hombre y los medios de trabajo, semillas, abonos, maquinaria, los controla bastante bien.
Lo que no se puede controlar es el clima, lluvias, sequías, granizos, etc. Es por ello por lo que en esta foto quiero reflejar eso, la, en última instancia, dependencia del fruto a recoger de lo que está por encima de la tierra y que no podemos controlar:
jueves, 10 de julio de 2008
Paseo por el Puerto de Canencia (10 de julio de 2008)
Esta mañana me he dado una vuelta por el Puerto de Canencia. Básicamente he estado practicando macro con el 100mm de Canon y un tubo de extensión de 20 mm.
Ahí van algunas de las fotos.
La célebre cascada; ahora tiene agua, pero menos que después de las lluvias tardías de esta primavera:
Aquí van unas cuantas lagartijas. Suelen huir cuando te ven, pero si tienes paciencia y te quedas quieto con la cámara delante de la cara acaban volviendo a curiosear. Lo más difícil es conseguir posiciones en las que la luz las ilumine desde el lado adecuado y también es importante que no haya más luz de la cuenta:
El siguiente animalito estaba totalmente mimetizado sobre una hoja seca de roble. Lo vi de casualidad después de estar un rato sentado observando el mundo pequeño que me rodeaba. Parece increible todo lo que puedes ver en un trozo de terreno de un metro cuadrado. Es cuestión de sentarse y mirar muy despacio, una y otra vez. Siempre se descubre algo interesante:
Ahí van dos maripositas. Las fotos no valen mucho, pero las pongo con carácter testimonial. Las mariposas son complicadas de fotografiar. No sé cómo, pero te detectan de forma inmediata y escapan a toda mecha: